Cuántas veces creí
perderme en tu desierto,
y encontrar el oasis
que emana de tu pecho.
Volver a perderme
y encontrarme de nuevo,
atrapada en el deseo
que me calcina por dentro.
Cuantas veces te amé
en profundo silencio,
viéndote estremecer
tan sólo con un beso.
Sintiendo incandescente
tu piel bajo mis dedos,
arrebatándome el aliento
y embriagando mis anhelos.
Cuántas veces te soñé
sin acudir a mi el sueño,
y en vano abrace tu cuerpo
entre mis brazos desecho.
El amor que atesoraba
no se si fue real o sueño,
sólo que dejo en mi
un deseo insatisfecho.
