Cuando la ilusión se pierde, lo ves todo oscuro, y no hay nada a lo que aferrarte, dejas de ser tu, pasas a ser una mísera imitación tuya.
Tu quedas atrapado en un rincón de tu propia mente, y en una celda insignificante en ese corazón que un día latía con pasión y deseo de vivir, hoy sin embargo es simplemente una maquina que bombea un líquido espeso y dulzón sin vida, que corre por este armazón robótico lubricando sus engranajes y dejando que sus movimientos se confundan con tu manera de moverte , de abrazar de sentir... Pero que no eres tu.
Sigues caminando sin rumbo, sin tener una meta que alcanzar, simplemente consumiendo minuto a minuto el tiempo que te concedieron al nacer, y que a pesar tuyo sigue corriendo en tu contra, aunque a veces quisieras detenerlo y dejarlo retenido hasta ver pasar la tormenta, y volver a poner en marcha cuando brilla el sol de nuevo, pero no es así, sigue adelante cuando vives la vida y cuando no también, cuando solo eres ese autómata en el que te comvierte tu propia cobardía e inseguridad , y se va consumiendo como una vela encendida, sin prisa pero sin pausa, dejando atrás las gotas de cera que se escapan queriendo no ser consumidas por la llama, pero que van a morir lejos de ella petrificadas.
A veces entre las tinieblas y ese encierro consentido, ves un pequeño e insignificante punto de luz, que te hace despertar y volver a desear ser tu, dejar atrás ese pesado armazón que te habías creado para esconderte, pero del que ahora no puedes desacerté tan fácil, ya es parte de ti y tu lucha por derrotarlo es estéril, y ves como ese haz de luz se desvanece en tu oscuridad sin poder hacer nada por evitarlo, y das un paso atrás y la armadura se hace mas fuerte y tu un poco mas pequeña en su interior .
Y sigues ahí agazapada, esperando que vuelva a aparecer un rayo de sol , que de luz a tus días y que poco a poco de calor a ese envoltorio y se des quebraje como arcilla húmeda al secarse, y quedes libre de tu propio calabozo, para volver a ser tu, y dar y recibir todo lo que la vida esconde en su laberinto, sin saber nunca que encontraras a la vuelta de la
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