Tuvo que levantar la vista de lo que estaba
leyendo, las lágrimas le empañaban la mirada, tenia el corazón encogido,
era tan triste aquella historia, que se paró a pensar que no podía ser
cierta , no podía existir tanta maldad...Dejó el libro sobre
la mesa, y se asomó al ventanal del salón, estaba atardeciendo, era una
postal preciosa , el cielo estaba plagado de pequeñas nubes desgajadas
pintadas de un rojo anaranjado por los rayos del sol que se resistían a
marcharse y dejar que la oscuridad le ganase la batalla.
En su
cara se dibujo una sonrisa al recordar , aquel amanecer, él había
estado allí, habían pasado la noche juntos, la había disfrutado tanto...
Estaba muy nerviosa llevaba días planeando aquel fin de semana, y ahora
que se encontraba allí en aquel lugar tan maravilloso, rodeada de
naturaleza, sin mas ruido que el canto de los pájaros, no estaba segura
de lo que hacía , y tampoco si él vendría, habían quedado a las diez de
la mañana y eran casi las once y media y no había llegado aun.
Pensó darse un baño para relajarse. Se fue al dormitorio y abrió la
pequeña maleta donde traía la poquita ropa que había cogido, sacó una
toalla y se fue directa al baño, comprobó que el agua salia caliente y
dejo que la bañera se llenase, se colocó los auriculares y se metió
dentro... en pocos minutos estaba tan relajada que ni siquiera se dio
cuenta que él ya estaba allí..
Ya estaba sonriendo antes de
llegar, solo con ver que su coche estaba allí aparcado, paró el suyo
junto al de ella, y no se entretuvo en nada, ni siquiera se paró a bajar
sus cosas... Llegó al porche y se paro para respirar hondo estaba un
poquito agitado por la emoción de volver a estar con ella. Toco despacio
y no obtuvo contestación, pero la puerta estaba solo entornada, la
empujó y entro, la llamó pero no le contesto nadie, siguió andando hacia
la habitación, cuando la escucho tararear una canción en el baño,entro
despacio y la vio allí, metida en el agua con los ojos cerrados y
canturreando, no se lo pensó, se quitó la ropa y despacito se metió en
la bañera con ella.
Se sobresaltó al notar como se movía el
agua y abrió los ojos... sin decir ni una palabra sonrío y le atrajo
hacía ella... se abrazaron y se fundieron en un beso tierno al
principio, pero que fue tornándose pasional conforme los cuerpos se
entrelazaban metidos en el agua...
Pasaron buena parte del día saciando
aquella sed de amor que acarreaban los dos... Quedaron exhaustos, y allí
tirados en una alfombra junto a una chimenea de piedra, se durmieron
abrazados, como si temiesen no encontrarse al despertar.
Con la
tenue luz de la chimenea ella le miraba mientras él dormía. Observaba
aquella expresión de felicidad que reflejaba su rostro,en ese momento
no quedaba rastro de aquella tristeza que a él le atenazaba el corazón,
le gustaba verlo así, con aquella sonrisa velada por el sueño y sentir
que solo existían ellos dos, que nadie le podía arrebatar aquella
felicidad en los pocos momentos que disfrutaban juntos. No se atrevía ni
a moverse, ni a rozarlo por no despertarlo y fuese a desaparecer
aquella expresión de su cara. Pero era tal el deseo de acariciar su
pecho , de besar su sonrisa , de apretarse contra su pecho y sentir su
abrazo, que hacía que le temblase todo su cuerpo, y en ese instante
como si él le estuviese leyendo el pensamiento alargo su brazo la atrajo
contra su pecho y la abrazó,dejando un suave beso en su pelo.
-Pensé que dormías.
-Y lo hacía, pero el soplo de un ángel me dijo al oído que necesitabas un abrazo .
Sin darse cuenta se paso el fin de semana, entre besos, abrazos , risas
y horas enteras sentados uno junto al otro en un banco de madera en
el porche de aquella cabaña, escuchando solo la voz de la naturaleza, y
el latir de sus corazones. No necesitaban palabras para entenderse, sus
ojos lo decían todo y la respuesta a aquellas miradas era una sola
sonrisa tierna y cargada de sensualidad...
Volvió a coger el
libro, ya apenas quedaba una tenue luz en el horizonte, corrió las
cortinas y se sentó de nuevo. Sabía que en un lugar cercano, había
alguien que como ella estaría sonriendo recordando todo el amor que
habían compartido...y en la despedida de aquel amanecer se habían
prometido contemplar el crepúsculo de aquel día, cada uno desde su
ventanal...