tengo encerrada a mi
alma,
bajo tres vueltas de llave
para que de allí no salga.
Solo
por una ventana
la dejo echar una mirada,
para que se ponga
contenta
soñando con una escapada.
Pobre alma
soñadora
que vive en su celda engañada,
espera un día ser
libre
sin llaves y sin ventana...
Ese día llegará
cuando
mi corazón se detenga,
y se agote esta vida
que a las dos
nos tiene presas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario