Perla cristalina
que escapaste de su mirada
no
encontraste el camino
para volver a tu morada.
Bajaste
por su mejilla
dejando tu huella salada,
encontraste su boca
y
allí te quedaste encallada.
¿Qué te arranco
del
espejo de su alma?
Quizás la pena de una despedida
o
el dolor de quien no te ama.
O quizás fue la alegría
del
reencuentro con tu mirada
de saberte ganadora
de
esa amistad privilegiada...
Que mas da que lo provocara
que
naciste en sus ojos
y pereciste en su boca varada...
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