Búscame
en la sonrisa del tiempo
agazapada bajo el olivo 
donde solíamos jugar
donde atrapábamos sueños  
y los echábamos a volar.
Donde ser felices era
tan solo una tarea  más,
como las  cuentas de multiplicar
que mandaba el maestro 
cada día al terminar.
Búscame
en la sonrisa del cielo,
donde  poníamos nombre 
 a las formas de las  nubes 
cuando las veíamos pasar,
y pasábamos tardes enteras
soñando , que en una de ellas
algún día podríamos pasear.
Búscame
en el susurro del viento
que trae los ecos  de las  risas 
y las alegrías de otros tiempos
de cuando éramos niños 
y todo se arreglaba en un momento.
Búscame y no me dejes de buscar...