Me despiertas la alegría
que dentro de mí dormía,
se quedó allí escondida
después de tu partida,
el silencio de tu ida
la dejo maltrecha y herida …
Aun vuelan mariposas
entre mis manos cansadas
cada vez que a mi silencio llega
el susurro de tu mirada.
Aletea con fuerza
mariposa de alas doradas
llévale hasta su sonrisa
los besos que me demanda,
devuelve le las caricias
que un día el me daba
para que vuelva la luz
a la opacidad de su mirada...
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