Hoy que no estas tropecé contigo,
te encontré en el vaho de la ventana
donde escribiste un te quiero,
cerré los ojos y encontré el momento
y escuche tu risa sonar como un eco,
y un escalofrío
recorrió mi cuerpo,
que aun anhela el calor de tu piel
y el sabor de tus
besos,
una sonrisa amarga
apareció en mi rostro
y una lágrima furtiva escapó al invocar tu recuerdo.
Hoy que no te tengo AMOR aun te encuentro,
Escondido en el florero donde las rosas ya han muerto.
En el perfume de la manta que envolvía nuestro cuerpo.
En cada rincón de mi hogar
y en cada suspiro que lanzo al viento.
Y aun sintiéndote así
no se si esto fue
real o solo un sueño,
y desperté… o aun sigo durmiendo.