Me hago
tan chiquitita
cuando
miro las estrellas
brillar
en tus ojos negros,
que
tengo miedo a perderme
en la
profundidad de su noche.
Y cuando
me reflejo
en su
cristalino lago,
me
inunda la luz.
Me
convierto en luciérnaga,
que
vuelo perdiéndome
entre
los puntos de luz,
que
reflejan las estrellas.
Me hago
tan pequeñita
cuando
estoy a tu lado,
que me
siento el sol,
en tu
cielo reflejado...
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