El sonido de mis pasos
es mi única compañía,
y el trino de los pájaros
que vuelan en la atardecida.
Entre polvo y guijarros
por el camino que paso,
solo encuentro los rastrojos
que antes fueron verde pasto.
A lo lejos en el cielo
se recorta en el horizonte,
la silueta ennegrecida
de las sierras y los montes.
Y alguna estrella temprana
que se asoma a ver el día,
que esta llegando al ocaso
dando al sol su despedida.
Y en las tardes de estío
cuando el calor da una tregua.
Salgo a dar un paseo
siempre su huella buscando,
y recordando los pasos
que con él yo fui dando.