jueves, 17 de julio de 2014

NOCHE SIN LUNA



Se fue y dejo la oscuridad
implantada en mi noche,
cuando mis ojos ya estaban 
acostumbrados al brillo incesante,
que cada noche acompañaba
 la algarabía de mis pensamientos.

Hasta el silencio dejo de dar gritos,
buscando incesante la luz anaranjada
que cruzaba lentamente el firmamento.
Y las estrellas volvieron con su brillo
a pintar el cielo de lunares amarillos.

Pero el orbe que reinaba en las noches 
calurosas del estío, que miraba
mientras escuchaba el " cri cri"
de los escandalosos grillos, volverá
a su trono, encelando a las estrellas
y opacando su centelleante brillo.


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