jueves, 16 de octubre de 2014

EL MISMO SUEÑO




Sintiéndote, te echo de menos,
las caricias que no me diste
hacen reverberar mis sentidos,
y mi piel te llama añorándote.

Aun teniéndote, no eres mio,
es tu sombra la que me cobija,
abrazando mi cuerpo dolorido
por la ausencia de tu mirada.

En mi almohada, queda el hueco
que tu cuerpo dejó en la distancia,
y el sonido de tu silencio
me envuelve con tu fragancia.

En la noche, mía y tuya
nos atrapa el mismo sueño,
ese que exhaustos nos deja 
y nos enciende el deseo.

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