Somos dos gotas,
dos gotas de rocío
sobre un alambre de espino.
Dos gotas que se miran,
abocadas a desaparecer
bajo el sol de la mañana.
Dos gotas cristalinas,
que dejan ver el alma
translúcida y clara.
Un rincón donde los sentimientos se hacen palabras, donde se desnuda el alma y donde los sueños se hace poesia ...