Esperaré,
aun cuando el horizonte desaparezca,
el camino se borre bajo mis pies,
o el cielo llore lágrimas en silencio.
Esperaré incansable en la mañana,
cuando el sol despunta
disipando la niebla blanca.
O en el ocaso de la tarde
cuando el manto de la noche
cubre las montañas.
Te esperare callada,
con el alma en las manos
sin pedir nada.
Esperaré amor,
aun cuando la vida
en la espera se me vaya.
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