martes, 28 de febrero de 2023

DESDE LA CARRETERA









Voy mirando mientras
a lo lejos, corren
en sentido contrario
los almendros nevados,
de la nieve que preña las ramas.
Pregoneros tempranos
de la primavera, alegría
de sierras de pueblo,
de campesinos tostados,
con manos duras
y mirada de terciopelo.
Ruge el viento
golpeando mi armadura,
sin que a mi piel llegue su grito.
Dentro de ella me tenso
en el giro que sin movimiento
la velocidad alcanza.
Sigo mirando como
corren ahora los olivos,
como se pierden en el silencio,
quedándose atrás en los campos
y apareciendo de la urbe el bullicio.
La que corre ahora soy yo,
entre sombras de cemento
y gritos de metal.