martes, 19 de junio de 2012

Se me agrietaron los labios
de no poderte besar, 
y la boca en carne viva 
de mi sed no poder saciar.

Mis manos se pelearon 
por tu cuerpo no encontrar, 
se desvaneció en mi recuerdo
y ya no te pude amar.

Entre sueños encontré tus ojos,
con la mirada los quise apresar,
y cual mariposa dorada
 se volvieron a escapar.

¿Fuiste real o fantasía? 
En mi febril dormitar.
Aun siento tus brazos
y el perfume a azahar.


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