Ojala la mires
como la miro yo,
y a tu recuerdo
acuda la misma visión.
Manos enlazadas
sosteniendo un amor.
Suspiros al viento
lanzados entre dos.
Y en la oscuridad
su brillo ilumina,
dos cuerpos desnudos
rendidos al amor.
Ella es el testigo
de nuestra pasión,
cómplice callada
de esta ilusión.
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