Entre las gotas de rocío
que moja la verde hierva,
que refleja la luz del día
encuentro tu breve huella.
En su cristalino orbe
que resbala sobre las hojas,
buscando el calor de la tierra
encuentro el olor a savia.
En la humedad que moja
el valle entre las colinas,
derramando la primavera
encuentro el sabor a tierra.
En la inmensidad del cielo
donde nacen del rocío
sus gotas, del día su brillo,
y de la humedad su olor,
emerge de la vida el principio.
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