Absurdo poema
que mancha el papel
del matiz borroso
usando pincel.
Las manos manchadas
con la tinta amarga,
que una silueta
tranquilas plasman.
La imagen plana
desde abajo mira,
al autor que pinta
con leve sonrisa.
Mirando unos ojos
que el imagina,
y su lápiz traza
en blanca cuartilla.
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