Una sombra constante
acompaña mi camino,
sin ser yo, es mi cuerpo
su espejismo.
Son los versos que yo escribo,
fin y principio de la sombra
que me sigue en mi destino.
Es un eco de esperanza,
un grito de silencio,
un decir sin haber dicho,
una luz ya sin brillo.
Es contar lo que no digo,
y mirar sin haber visto.
Es saber que no se nada,
y sabiendo lo que digo.
Solo son contradicciones
de mi propio pensamiento,
siendo yo quien los escribe,
es la sombra que me sigue
la que piensa siempre en verso.
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