Me creía vacía
sin poderte amar,
muda en mi silencio
sin poder gritar.
Sorda, en mi melancolía
queriendo escuchar,
las palabras banas
que ya no decías.
Perdí los sentidos
dejándome llevar,
por la amargura
de no volverte a encontrar.
Y encontré una luz
que guió mis pasos,
escuche una voz
que gritó ¡adelante!
Susurraba a penas
una melodía,
desde mis adentros
"vive" me decía.
Y sin darme cuenta
era mi alegría,
la que despertaba
de su agonía.
Y mire fuera
desde mi atalaya,
encontré la vida
que desperdiciaba.
No hay comentarios:
Publicar un comentario