A Gloria se le hizo muy larga la noche, se la había pasado en la
habitación de Elena, con ella en los brazos. La niña había pasado la
noche muy inquieta y con pesadillas que la habían hecho gritar y llamas a
su madre varias veces.
Gloria estuvo pensando que lo que había
pasado, era la gota que colmó el vaso, llevaba muchos años aguantando
toda clase de humillaciones y desprecios hacía ella, pero nunca habían
estado sus hijos de por medio, siempre los había respetado hasta ahora y
eso era algo que ella no iba a aguantar, había llegado la hora de decir
¡se acabó!, no sabía como pero tenía que encontrar la forma de
marcharse de allí, ya lo tenía decidido.
Violeta y
Miguel se levantaron como todas las mañanas, bueno no, hoy nadie los
tubo que despertar, y se marcharon al instituto, de camino Violeta llamó
por teléfono a Clara la amiga de su madre y le dijo que por favor fuese
a su casa, que su madre la necesitaba y esta vez era algo serio, ya lo
entendería cuando la viese.
Gloria no había llevado a Elena al
colegio, las dos habían no habían pasado buena noche, y a ella o le
apetecía que nadie la viese con aquella cara. Estaba en la cocina cuando
sonó el timbre, pensó no abrir la puerta pero escucho la voz de Clara.
-¡Gloria
abre se que estas ahí!, Violeta me ha llamado y me ha dicho que no
estabas bien.
Cuando Gloria abrió la puerta y le vio la cara se
hecho las manos a ala cabeza.
-¿Pero que demonios te ha hecho ese
animal?
-Nada, me di un golpe con la pared.
-Y ¿ quieres
que yo me trague eso?
-Es la verdad, él solo me empujó y yo me
golpeé con la pared.
-Pues vaya empujón que debió de darte para ponerte la cara como un santo Cristo, y esta vez, ¿que es lo que has hecho? ¿has matado a alguien o eres el enemigo publico número uno?
-No, solo me encontró leyendo, y que no le hice la cena.
-Lo que yo te he dicho, has cometido un pecado capital, ¿pero tengo entendido que no es católico, no ? Pues entonces por el pecado no será.
-¡No tiene gracia Clara! ¡Vale ya!, no tengo cuerpo para bromas. Ya me he cansado, no puedo más, esto se acabó.
-Has tardado demasiado en darte cuenta ya te lo advertí, siempre van a más, y si no le pones freno, una vez que te dan una cogen carrerilla y no pueden parar hasta matarte.
-¿Clara me ayudaras a salir de aquí?
-Pues claro que te ayudaré, siempre puedes contar conmigo ya lo sabes, mi casa es tu casa, y puedes venirte conmigo desde ahora mismo, vamos recoge antes de que él venga, ya avisaremos a los chicos cuando salgan de clase.
- No, espera, esto tengo que hacerlo bien, no me puedo marchar así sin más, no tengo trabajo, no tengo nada, ¿como voy a mantener a mi familia?, no quiero ser una carga para nadie, necesito un trabajo y valerme por mi misma, tengo que demostrarme que no soy una inútil.
-No tienes que demostrar nada y no eres una carga, ya encontrarás trabajo cuando estés fuera de aquí ¿vale?.
Clara lo intentó de todas las maneras posibles, pero no pudo convencerla para que se marchase , con ella pero le prometió que la ayudaría a buscar trabajo en secreto sin que se fuera a enterar su marido.
Pasaron unos días desde aquella noche horrible, desde entonces no se habían vuelto a dirigir la palabra. Mario solo iba a casa a dormir y a cambiarse de ropa, durante todo el día no aparecía y por la noche volvía cuando todos estaban durmiendo. Gloria no volvió a acostarse en su habitación, dormía con Elena en una pequeña cama supletoria, la situación estaba muy tirante cuando estaban los dos en casa.
La bañera tardó más de una semana en limpiarse, y como era de esperar, le tocó a Gloria, cada vez que sacaba una bola de papel mojado, era como cortar un pedacito de su propio corazón.
Ya estaba desesperada, llevaba días buscando trabajo y no encontraba nada,Clara buscaba por otro lado y tampoco tenía mucho éxito. Estaba perdiendo la esperanza, creía que jamas podría salir de allí y tendría que volver a someterse a su marido, y tenía miedo, esta vez sería mucho peor.
Estaba buscando algo en el bolso, que
no encontraba y lo puso boca abajo para ver si así daba con ello,
pero encontró otra cosa, que le provocó una sonrisa al recordar
como había surgido.Era un boleto de la primitiva que un día, hacía
ya casi dos meses cuando estaban paseando sus hijos y ella, se le
ocurrió a Violeta rellenar entre todos. Cada uno puso un número y
los dos que faltaban, uno fue el día de su cumpleaños y el otro se
lo preguntó a un señor bajito que estaba comprando tabaco, el
hombre se rió y le dijo: haber si tienes suerte preciosa. Se pasaron
la tarde fantaseando con lo que harían si les tocaba, y Elena muy
seria preguntó¿y cómo encontramos al señor bajito para
compartirlo?, y todos se rieron hasta acabar llorando de risa.
Gloria lo cogió y lo tiró a la
papelera, pero después lo recogió y pensó, que que al menos debería
mirarlo, aunque la suerte no le había sonreído mucho últimamente.
Se fue al salón y encendió el televisor y miró en el teletexto la
página de las loterías.
Empezó a darle vueltas toda la
habitación, tuvo que sentarse, no se lo podía creer, tenía todos
los números, no era posible, los comprobó varias veces para poder
creérselo.
Pensó llamar a Violeta para contárselo
pero después se arrepintió, y pensó no contarselo a nadie , bueno,
a Clara si, ella tendría que ayudarle, ahora podría marcharse y
tener su propia casa y hasta poner su propio negocio para ganarse la
vida, no sabía cómo pero al fin le sonreía la suerte.
El primer día de vacaciones, Gloria
esperó que Mario se marchase, y cuando lo comprobó, fue y despertó
a sus hijos, ellos se sorprendieron.
-Mamá ya no tenemos que madrugar,
estamos de vacaciones.
- Ya lo sé, pero tengo que contaros
algo.
-¿Y tiene que ser tan temprano?
-Si.
Gloria los sentó alrededor de la mesa
de la cocina y les preguntó que pensarían si se pudieran marchar a
vivir a otra casa, solo ellos , sin su padre. Se quedaron pensando
unos minutos y se miraron entre ellos, Violeta sonrío y miró a su
madre
-Mamá sabes que estamos contigo en
todo lo que tú decidas y nos marcharemos contigo al fin del mundo si
tú nos lo pidieras, ya as aguantado bastante, este día lo
llevábamos esperando hace mucho tiempo y después de aquella noche
aún más. Papá siempre será nuestro padre y lo queremos como tal,
pero no estamos de acuerdo en como te trataba y eso debe de
comprenderlo, seguiremos viéndolo pero siempre estaremos contigo, y
creo que hablo por los tres ¿verdad?
Miguel y Elena asintieron mirando a su
madre. Gloria estaba tan emocionada que no pudo decir nada y unas
lágrimas empezaron a rodarle por la cara, sin decir nada los cuatro
se abrazaron hasta que todos empezaron a reír.
Cuando se tranquilizaron su madre les
dijo que ya había llegado la hora de marcharse.Les contó que tenían
una casa esperándoles un coche nuevo y muchas cosas más y que no
les faltaría nada de ahora en adelante. Les pidió que lo dejaran
todo recogido, que no se llevarían nada y que lo importante ya lo
tenía guardado en el coche.
-Mamá no puedo dejar mis cosas
aquí, mi música, las fotos del ordenador, y todos los trabajos que
tengo guardados en el ordenador, tengo que llevármelo.
-No te preocupes, Violeta , ya había
pensado en eso, mandé copiar el disco duro del ordenador, y lo
tienes instalado en uno nuevo.
- Pero mamá mi ropa, los
regalos que me han regalado los abuelos y mis amigas, tengo muchas
cosas que les guardo mucho cariño y no me gustaría perderlos.
- Ya te dije que lo importante
lo tenía guardado en el coche, y no he olvidado nada, te lo puedo
asegurar.
-Mamá, has dicho que no nos
llevaríamos nada, ¿entonces el coche que pasa?, has dicho que lo
tienes guardado todo allí.
-Miguel, ¿recuerdas ese
todo terreno que lleva aparcado dos días , justo detrás del kiosco
de las chuches, en el que te fijaste ayer y comentaste que era
chulisimo?
-¿No me digas que ese es nuestro
coche?
-Pues sí, ese es nuestro nuevo
coche ¿os gusta?
-¡Es precioso mamá!, pero ¿cómo
lo has podido comprar?¿es nuevo no?, debe de costar mucho dinero¿de
donde lo has sacado?
-Gloria sonrió, miró a sus hijos y se
acordó que no les había contado nada sobre el boleto que un día
rellenaron y que resultó premiado.
-¿ Os acordáis de aquel día que
paseando se nos ocurrió rellenar la primitiva, y nos pasamos la
tarde diciendo que haríamos si nos llegase a tocar?, pues nos tocó
y lo descubrí no hace mucho, cuando ya había decidido que se
acabó, que no aguantaba más y llevaba algún tiempo buscando
trabajo sin mucho éxito, y pensé no deciros nada hasta que todo
estuviera listo, no quería que vuestro padre se fuera a dar cuenta
y me descubriera y todo hubiese acabado peor. Clara me ha estado
ayudando en todo este tiempo es la única que lo sabe, espero que me
perdonéis chicos. Los tres la miraron sorprendidos.
-¡Guau mamá! Que suerte ¿no?
Entonces todo es nuevo, ¿hasta la casa?
-Bueno Miguel, casi todo , porque
la casa por ahora es alquilada, pero pronto tendremos la nuestra
propia, y entonces sí sera todo nuevo, hasta nuestra vida, que
espero que sea mejor que la que la que hemos llevado hasta ahora.
Antes de salir de la casa miró hacía
atrás, le entristecía un poco, allí había sido muy feliz, pero
también lo contrario y no se arrepentía de dar aquel paso, empezaba
una nueva vida.
Dejó las llaves sobre la mesa junto a
una nota y su móvil,en la nota le decía que cuando tuviera una
dirección y un número de teléfono se comunicaría con él para que
pudiese visitar a sus hijos, aunque aquello no era del todo cierto,
pues tenía una dirección, pero ella quería que Mario también
sufriera un poco.
En la nota no le daba más
explicaciones. Cerró la puerta y lo dejó todo atrás.
Ya iban camino a su nueva casa,mejor
dicho , a su nueva vida por fin podrían volar libres ya nada les
detenía, al fin eran felices, por ahora, quien sabe nada es para siempre...
FIN
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